En el presente que vivimos, lo que se dice de nosotros en las redes sociales, es un factor que puede abrirnos puertas, pero también cerrarlas. El problema está en que, en algunos casos, la información que se difunde puede estar manipulada y obtenida de forma ilícita.
En tiempos pasados era imposible controlar este tipo de actividades, ahora, por lo menos en algunos países europeos, ya existen leyes para proteger a las personas en caso de que se comparta información privada de ellos con propósitos difamatorios.
Desaparecer la información de internet
Decir que una información que fue publicada en internet puede ser borrada es algo fantasioso. Todo lo que es compartido en el internet, por más pequeño que sea, puede dejar una huella rastreable que, así se borre, es posible encontrarla con los mecanismos necesarios.
En años anteriores, la única manera de deshacerse de ese tipo de información era pedirle a la persona para que la publicó que la retirara, pero no en todos los casos había una solución tan fácil.
Infodemia post-pandemia: Un peligro latente
Europa dio un paso adelante con el control de datos personales en internet y creó una legislación llamada “Derecho al olvido”. Esta ley permite a las personas contactar directamente con Google y solicitar que cierta información que los perjudica de alguna manera, no aparezca más en el sitio cuando sea buscada.
Google tendrá un plazo de diez días para responder a las solicitudes que sean hechas. En caso de que la persona no reciba una respuesta en ese tiempo pautado, Google estaría obligado a pagar una multa de 60K euros.
Otras alternativas
En caso de vivir en un país donde no existan leyes para el control de contenido de datos personales en internet, está la opción de contratar servicios de SEO para disminuir el alcance que pudiera llegar a tener esta información, pero lo máximo que podían hacer estos expertos era hacer que la noticia apareciera cada vez más abajo en los resultados de búsqueda.
Las desventajas de hacer esto es que, estos expertos no pueden hacer que desaparezca por completo, ya que no cuentan con las credenciales necesarias para ello. La información seguirá existiendo, pero no aparecerá en la primera página de resultados y será más complicado encontrarla por las vías normales. Y, dependiendo del tamaño de contenido que desee borrarse, puede tardar meses o hasta años en completarse el proceso.
La conversación incómoda
Este tipo de regulaciones trae a debate un tema: ¿puede alguien aprovecharse del derecho al olvido para ocultar algún registro que haya quedado después de cosas ilegales? La respuesta a eso es no. Para que la información proceda a borrarse debe cumplir con los parámetros establecidos por Google donde se pueda comprobar que, efectivamente, está violando la privacidad de las personas y le provoca efectos negativos en su vida personal.
Las personas también se preguntan: ¿al otorgarles a las personas un control de datos personales en internet se está afectando el derecho a la libre expresión? Para esto no hay una respuesta concreta, ya que, al hablar sobre ello, se generan varias aristas.
Conclusiones
La prevención sigue siendo primordial. Mientras se espera que más países creen medidas para garantizarle a los cibernautas privacidad y un control de datos personales en internet, lo único que debes hacer es tener cuidado de no compartir más de lo necesario en tus redes sociales y que tu sistema operativo esté al día con las actualizaciones para evitar dejarle la puerta abierta a los cibercriminales.