Si estás iniciando tu startup y deseas un crecimiento acelerado de clientes e ingresos, usando pocos recursos y obtener resultados inmediatos, es posible gracias a las estrategias de Growth Hacking. Esta es una metodología de marketing no convencional que se basa en estrategias creativas que hacen crecer exponencialmente tu empresa. 

Cuidado con los pases falsos para viajar

El concepto de este término fue acuñado en 2010 por el empresario estadounidense Sean Ellis, quien se convirtió en el primer Growth Hacker de la historia. En definitiva, el profesional que desempeña esta profesión se encarga de establecer prioridades y planificar las estrategias que van a tener un impacto directo en el crecimiento de la empresa.

El Growth Hacking ha tenido éxito

El éxito del Growth Hacking es evidente en muchísimas marcas que han puesto en marcha esta estrategia para su crecimiento. Un ejemplo es GoPro, una startup que ha construido su reputación a base de creatividad y técnicas Growth Hacking haciendo uso del contenido generado por los clientes para crear viralidad y fomentar la prueba social de forma gratuita.

Gracias a los métodos empleados, los ingresos del fabricante de cámaras portátiles alcanzaron los 250 millones de dólares en su segundo año de haber salido al mercado. Lo lograron motivando a sus clientes a publicar en YouTube videos grabados con sus GoPro practicando sus actividades deportivas y de aventura favoritas.

Fases para aplicar el Growt Hacking

Hay que señalar que el Growth Hacking no es una solución mágica, y por sí solo no puede salvar una mala idea de negocio o una empresa mal gestionada. Por ello, para que esta dé los mejores resultados se lleva a cabo un proceso llamado método Lean Startup:

El primer paso es desarrollar un producto o servicio que aborde directamente las necesidades del público objetivo. Un buen producto que se ajuste al mercado es la base del crecimiento. Para ello, es preciso analizar el mercado y el funnel o embudo de conversión que atraviesa el consumidor desde que ni siquiera conoce el producto o servicio hasta que se transforma en cliente.

El segundo paso es clave, se deben fijar unos objetivos específicos y dividirlos en objetivos más pequeños para monitorizar el progreso y adoptar cambios en caso de que sea necesario por no alcanzar las metas propuestas.

Tras haber planificado los objetivos, es el momento de que el Growth Hacker haga uso de su creatividad y diseñe propuestas innovadoras que consigan ese crecimiento exponencial que necesita la startup para aumentar ingresos y continuar en desarrollo.

¿Existen hackers buenos?

Luego de los primeros resultados, se deben observar los datos y las métricas a diario para estimar los resultados, desde las interacciones en las plataformas digitales hasta el tráfico web. Con esos datos en la mano, el Growth Hacker está preparado para tomar decisiones basadas en hechos, cambiar tácticas o replicar las que han tenido éxito.

Finalizado el proceso, debes regresar al primer paso, ya que solo a través de la repetición se logra un refinamiento continuo del producto o servicio y una comprensión más profunda de las necesidades del cliente y de la realidad del mercado. 

¿Qué ventajas presenta el Growth Hacking?

1. Es una estrategia totalmente adaptada al mundo de las startups, por lo que resulta ideal para marcas nuevas o para aquellos que busquen dar un salto rápido en número de usuarios.
2. Trae nuevas ideas para promoción. En el mundo del marketing podemos caer a veces en la rutina y repetir una y otra vez estrategias similares. En cambio, el Growth Hacking se basa precisamente en buscar la vuelta y el elemento sorpresa.
3. Permite el crecimiento de tu empresa trabajando con pocos recursos. En el mundo del Growth Hacking, menos es más. Te sorprenderá lo que se puede conseguir con muy poco, sobre todo si consigues arrancar con un "efecto bola de nieve" que haga que cada vez más usuarios usen el producto y hablen de él.

Sin duda, poseer un profesional en este tipo de marketing puede ser una gran oportunidad para toda empresa que esté iniciando y no posea grandes cantidades de presupuesto para la promoción de su producto.