Los teléfonos inteligentes se han convertido en dispositivos electrónicos muy importantes en nuestras vidas, ya que nos mantienen totalmente comunicados. Las redes sociales se han vuelto un canal de comunicación y relación humana directa. Pero al mismo tiempo, existe poca conciencia o higiene digital para prevenir ciberataques. Revisemos los riesgos de la nomofobia.
Hoy más que nunca dependemos del móvil para realizar muchas actividades diarias, y ahora, mucho más para trabajar. Es por esto que, tanto usuarios como organizaciones, corren más riesgos cibernéticos.
Aunque los equipos celulares cada vez son más tecnológicos y avanzados, los cibercriminales también evolucionan. Un estudio realizado en la Universidad de Cambridge descubrió que un 87% de los teléfonos Android están expuestos a por lo menos una vulnerabilidad crítica. Por otro lado, Zimperium Labs averiguó que el 95% de los dispositivos de Android pueden ser pirateados con un simple SMS.
¿Qué tanto cambiaron las redes sociales en el último año?
El gigante Apple tampoco se salva, ya ha pasado por ello y nada asegura que no ocurrirá nuevamente. En 2015, por ejemplo, 40 aplicaciones de la App Store fueron quitadas porque estaban infectadas por un software malicioso (XcodeGhost) que podía activar los dispositivos en un botnet a gran escala. Y este malware no sólo hurtó las aplicaciones, también se instaló por encima de las aplicaciones legítimas de Apple, lo que hizo difícil su detección.
Las infecciones por ransomware lideran la lista de amenazas por ciberataques a teléfonos móviles, pero también existen otros tipos de riesgos. Entre los más destacados están:
Todas esas amenazas están dispuestas para cualquier smartphone. Por eso, las empresas de telefonía deben contar con sólidos sistemas de ciberseguridad para evitar ser afectados por ellas.
El código QR llegó para quedarse, pero con cuidado
Aunque siempre estaremos expuestos a ser víctimas de los ciberdelincuentes, hay algunos pasos que podemos seguir para minimizar los riesgos:
Utiliza Wi-Fi seguro. No impedirá que entres a un sitio web malicioso, pero el uso de conexiones Wi-Fi que utilizan contraseñas evita que cibercriminales espíen o realicen ataques “Man in the middle” entre el dispositivo y el destino web deseado.
Supervisa tu correo electrónico. Los cibercriminales siguen apostando por esta estrategia, esperan a que hagas clic en los archivos adjuntos de mensajes de correo electrónico malicioso para infectar tu teléfono. No abras los enlaces que no son de confianza, podrían llevarte a sitios web con phishing o malware.
Sé precavido (a). Instala sólo aplicaciones de fuentes confiables. Que estén verificadas como legítimas.
Instala una protección antivirus. Descarga un antivirus o antimalware para dispositivos móviles, siempre verificando que sea de una fuente de confianza. Ejecútalo regularmente para mantener tu teléfono limpio.
No liberes ni accedas a la raíz de tu dispositivo. Si haces eso, crece el riesgo de vulnerabilidad de tu dispositivo. No accedas a la raíz, actualiza automáticamente la seguridad y parches.
Pasar más tiempo del requerido pegado al móvil aumenta los riesgos de ser víctima de los ciberdelincuentes. Crea hábitos que no tengan que ver con el smartphone y si es posible, haz horarios para utilizarlo. Mantén siempre una buena higiene digital.