"La mejor defensa es un buen ataque".
- Sun Tzu
Gran frase que encontramos en el famoso libro “El arte de la guerra” del siglo VI a.C y aún no se sabía que muchas guerras futuras se librarían en una realidad digital.
La seguridad ofensiva es una variante de la ciberseguridad que consiste en intentar atacar las medidas de seguridad de tu organización como lo haría un ciberdelincuente y de esa manera detectar las vulnerabilidades antes de que sucediera de verdad, poniéndoles remedio con mucha antelación.
1. Análisis de Vulnerabilidades
Tiene como objetivo evaluar las debilidades que puedan existir en un determinado sistema, aplicación o software que pudiera afectar a su funcionamiento e integridad durante su vida útil. Con este servicio se determina el nivel de seguridad que tiene una empresa y cómo, las vulnerabilidades encontradas, pueden afectar a la salud del negocio. A considerar: el análisis de vulnerabilidad variará dependiendo del entorno donde se realicen las pruebas:
2. Pentesting
Está enfocado en la realización de pruebas de asalto, atacando a los sistemas de información o a la propia organización. Estas pruebas tienen la finalidad de descubrir cualquier tipo de vulnerabilidad que pudiera afectar al entorno interno o externo de tu empresa y tener las bases que permitan prevenir este tipo de ataques. El pentesting se puede enfrentar desde dos áreas distintas:
3. Hacking Ético - Red Team
El hacking ético es considerado por los expertos como el futuro de la ciberseguridad. Consiste en un pentesting que abarca absolutamente todo.
En los ejercicios se simulan ataques realizados por un grupo cibercriminal que tiene el objetivo de comprometer gravemente a la organización haciendo uso de las técnicas más sofisticadas de ciberataques. Este tipo de pruebas son las que están a la vanguardia en cuanto a seguridad ofensiva, haciendo uso de técnicas poco conocidas o incluso teniendo que diseñar nuevas aproximaciones para poner a prueba las defensas de las organizaciones más seguras.
En el ámbito de la ciberseguridad se ha llevado a cabo una sistematización de este tipo de técnicas. Ello se debe, en gran medida, a que con la digitalización y la globalización los enemigos de instituciones y empresas se han multiplicado y los avances tecnológicos han incrementado las vías de ataque. Por eso la seguridad ofensiva se ha convertido en una herramienta fundamental para proteger a los sistemas frente a los ataques maliciosos.