Al día de hoy, grandes empresas han sufrido violaciones o filtraciones de datos. Por mencionar algunas: Yahoo, Equifax, Facebook, Twitter, entre otras. Lo que significa que cualquier servicio en Internet está expuesto a esta fuga o ciberdelito. Y eso implica que nuestros datos personales pueden caer en manos de terceros no deseados.
A veces, cedemos nuestros datos confidenciales a alguna red social, y ni siquiera sabemos por qué o para qué necesitan tanta información. Hay dos posibles respuestas, la primera: segmentación de intereses y publicidad. Mientras una red sepa más de sus usuarios, le será más fácil ofrecerles lo que realmente desean. La segunda, nada agradable, es la de usar esos datos para beneficio propio, ya sea vendiéndolos o intercambiándolos con terceros.
¿Hay forma de evitar no caer en estas filtraciones? La respuesta más sencilla es no, con excepción de quienes estén aislados de la sociedad moderna. Prácticamente toda nuestra información personal está en la web. Y muchos servicios de Internet venden esos datos sin nuestro consentimiento y sin siquiera enterarnos. Lo más que podemos hacer es cuidar lo que publicamos y ceder menos datos reales.
Una de las recientes filtraciones de datos que ocurrió fue con el gigante de las redes sociales: Facebook. Ha sido una de las mayores que ha sufrido esta plataforma, con más de 500 millones de usuarios de 106 países, cuyos datos personales han sido robados y filtrados de forma gratuita en internet.
La fuga de esos datos puede suponer un riesgo, puesto que terceros con fines maliciosos pueden obtener esos datos y suplantar la identidad de esas personas. Ya que entre la información filtrada están identificadores de Facebook, sus números de teléfono, direcciones, biografías y en algunos casos la dirección de correo electrónico.
Los países que se vieron más afectados por esta filtración son Egipto (44,8 millones), Túnez (39,5 millones), Italia (35,6 millones) y Estados Unidos (32,3 millones).
Ya uno de los aprovechamientos que ha supuesto esta filtración, es un bot de Telegram que permitía introducir un ID de Facebook y se nos devolvía el número de teléfono asociado a ese ID en caso de estar en el registro.
En un principio la información violada estaba de forma completa en una base de datos de un grupo de Hackers, quienes pedían un pago a cambio del acceso. Pero actualmente, la misma base de datos está gratuita en internet.
¿Qué tan afectados nos puede dejar el doxing?
Hay dos alternativas para verificar si nuestros datos de Facebook u otro servicio han sido filtrados: Firefox Monitor y Have I been pwned. Estos portales poseen información de muchos servicios que han sido víctimas de violación de datos. Allí tendrás que introducir tu dirección de correo electrónico o número de teléfono y si existe alguna correspondencia, te lo indicará para que actúes en consecuencia.
Estés o no expuesto en las filtraciones de Facebook, lo primero que debes hacer con regularidad es cambiar las contraseñas de accesos de tus redes sociales, recomendación para todo servicio. Lo segundo es activar la verificación en dos pasos, cada vez que la plataforma disponga de ello.
Con aquellos sencillos consejos, puedes tener un poco de tranquilidad. Pero también debes estar pendiente si recibes mensajes o email que te solicitan reiniciar tu contraseña. Primero verifica que no es una técnica de phishing. Si tienes dudas, lo mejor es ir directamente al sitio oficial de la plataforma y desde ahí cambiar la contraseña.
Y como consejo final, evita compartir tu número de móvil y otros datos confidenciales a menos que sea realmente necesario, por algún beneficio propio. En lo posible, utiliza un segundo correo electrónico para acceder a aquellos servicios que no son imprescindibles. Tampoco uses información personal para crear tus contraseñas.