El CISO (Chief Information Security Officer) es el máximo responsable de velar por la ciberseguridad de una organización. Es quien se encarga de proteger la información ante posibles ataques cibernéticos y fugas de datos, garantizando su seguridad dentro de las posibilidades económicas, técnicas y humanas de la empresa.
Ahora bien, podríamos creer que el CISO es todopoderoso y es capaz de hacer sus tareas gracias a una energía mística proporcionada por el universo. Pero, sin las herramientas necesarias, un CISO se enfrenta a peligros inminentes como:
Y muchos más.
Así que queda claro que estos perfiles necesitan de productos de ciberseguridad para asegurar a las empresas, un entorno digital sano y seguro a través de sus distintas funciones de análisis y supervisión digital.
Las empresas suelen tener mayor cantidad de equipos informáticos y la información privada que manejan es mucho más atractiva para un ciberdelincuente. Así que, cuando una empresa no protege su seguridad informática, corre el riesgo de ser víctima de ataques.
Lectura extra: ¿Qué es la seguridad ofensiva?
Allí damos entrada al valor del CISO, quien orquesta acciones y estrategias de ciberseguridad con las cuales monitorea desde diferentes frentes posibles ataques. Al ser la información el activo más valioso para las organizaciones, se demandan cada vez más perfiles encargados de proteger y mantener los sistemas informáticos y la información: los CISO.
Dejamos claro que el CISO necesita herramientas para defender lo que protege. Su némesis es un hacker. En ciberseguridad hay varios grupos de hackers a los que el CISO y las empresas están expuestos.
Hackers de sombrero blanco (White Hat)
Estos son aquellos relacionados con las actividades éticas y que no persiguen ningún fin ilícito. Trabajan para determinadas empresas y corporaciones de ciberseguridad, muchas de ellas de enorme importancia mundial. Su objetivo último es la protección de los sistemas informáticos. Se adentran en las entrañas y buscan fallos y errores de seguridad que deben ser mejorados.
Hackers de sombrero negro (Black Hat)
Estos hackers son lo opuesto al caso anterior y se les conoce por sus actos ilícitos. Utilizan sus habilidades y conocimiento para adentrarse en los sistemas de seguridad y romperlos. Acceden a sitios restringidos, infectan redes y dispositivos informáticos, roban datos y suplantan identidades, etc.
Los Black hat buscan lucrarse y obtener beneficio, aunque también pueden estar movidos por cualquier otro fin delictivo. Al contrario de los White Hat, estos ciberdelincuentes o crackers no tienen autorización para atacar el sistema.
Hackers de sombrero gris (Gray Hat)
Es una mezcla de los ya mencionados. Pueden estar entre lo legal y lo ilícito. Generalmente, no son maliciosos, sin embargo, de ellos puede salir algún acto dudoso. Pueden entrar en un sistema sin permiso del propietario y, una vez que descubren el fallo, prestarse para solucionarlo.
Información adicional: Otros tipos de hackers
En los últimos años, los hackers han demostrado niveles de ambición nunca vistos, desde las acciones para irrumpir en elecciones hasta el impacto en las finanzas y principales plataformas de negocios. Esto pone en desventaja la seguridad de las empresas y organizaciones; al demostrarse que las tácticas empleadas por los delincuentes cibernéticos son simples, pero influyentes a gran escala.
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